lunes, 17 de febrero de 2014

Pensé en mentarle su madre

Pensé que debía decirle lo cobarde y poco hombre que era. Que eso, no se le hacía a nadie, simplemente por educación.

Que debía ser consciente  y responder por sus palabras,  debía ser responsable, asumir las consecuencias de sus actos y sus omisiones. 

Pensé en gritarle como una loca, reclamarle hasta el cansancio que todo había sido su culpa: mi tiempo, mis ilusiones y mis sueños rotos.

Pensé en insultarlo por no valorar el esfuerzo, por ni siquiera intentarlo. Por regresar sin pedírselo e irse sin consultarlo. 

Pensé en decirle que el "siempre no" no era una opción después de abrirle mi corazón. Que le hacían falta un par bien puestos para aceptarlo y enfrentarlo.

Pensé en mentarle la madre por romperme una vez mas el corazón, pero no pude... Fui yo la que le abrió la puerta al pasado a sabiendas de que todo sería tal cual fue.