Pero vaya que da tristeza darse cuenta del sueño guajiro del que nos aferramos una y otra vez. Lo peor, es cuando te das cuenta de los miles de errores que cometes cuando estas en riesgo.
A menudo, mi cerebro le gana al corazón y toda yo decido ignorarlo. Hasta que llega el día en que ya no hay más remedio que afrontar la realidad, encararla y darte cuenta que todo ese tiempo decidiste vivir con una venda en los ojos.
Digamos que es como cuando por más 10 años creíste ser el amor de la vida de alguien, pensando en que la vida pondría pruebas difíciles únicamente para tener un reencuentro de novela. Pasas por alto los insultos y los abusos, total, todo valdría la pena cuando al fin estuvieran juntos.
Sólo hay un detalle mínimo que nunca tomaste en cuenta. Tu sólo eres el recuerdo, el bote salvavidas, pero jamás el amor de la vida de ese alguien. Zas!
10 años viviste en el error, y todo por nunca encarar la realidad. Aprendiste la lección, seguiste con la frente en alto. Cuanto tiempo más tardarás la siguiente ves en encararlo? Cuanto tiempo más podrás engañarte y hacerte daño? Cuanto más... Cuanto más?
